El insulto… ¿gratuito?
Insultar: Ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones.
No sabría ponerle una fecha al primer día que escuché un insulto contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero. No importa cuál, sería uno cualquiera. Un lunes en el café de la oficina, un martes leyendo el periódico o un sábado o un domigo en un blog cualquiera.
Me duelen los oídos con frases como éstas que no se achantan invadiendo desde la estulticia hasta el confesionario:“Ese subnormal”, “Zapatero traidor”, “Zapatero anticristo”.
Y hasta frases insultantes memorables de la oposición democrática: “es mucho más peligroso un bobo solemne que un patriota de hojalata”.
http://estrella.lamatriz.org/desvan/InsultarioRajoy_01.pdf
Podría empezar a sentirme irritada porque cuando se le insulta a él, muchos de nosotros también nos sentimos ofendidos. Y me ofende aún más este insulto desvergonzado ingeniado para destruir la credibilidad de su adversario.
Sin duda se trata de una invención más vil que aquélla que al american style utliza los escarceos amorosos del contrincante para arruinarle políticamente.
El insulto es marca del débil, la señal de una rabieta mal encajada. Demuestra flaqueza en quien lo argumenta. Su uso no es gratuito y le cuesta caro a quién con tanta imprudencia lo emplea.
http://www.elpais.com/articulo/espana/PSOE/recupera/puntos/ventaja/respecto/PP/voto/decidido/elpepuesp/20070319elpepunac_3/Tes
lunes, 19 de marzo de 2007
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