viernes, 7 de septiembre de 2007

Por favor, que no nos ayude la Guardia Civil

Y con la de ayer - más de media hora en recorrer 2 kilómetros en la Nacional II a la altura de Torrejón de Ardoz- ya van unas cuantas.

Resulta curioso como en las carreteras de la Comunidad de Madrid, de por sí saturadas, se convierten en un infierno para los conductores cuando la Guardia Civil acude al más mínimo incidente. De hecho yo, que recorro 100 km al día y por eso he visto casi de todo, he comprobado que pequeños alcances -típicos de caravanas- repercuten levemente cuando entre ellos se manejan y, por contra, provocan atascos tremendos cuando la Guardia Civil anda cerca.

Creo que es simplemente porque la gente espera que si está la policía el choque merece mirarse con calma y porque su sola presencia nos intimida un poco.

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